uno
El zumbido perforaba constantemente mis oídos; podrían haber pasado horas, días, años, siglos sin poder diferenciar los momentos. Uno de otro. Y otro. Y más. Es preferible que me envuelva la somnolencia, el sopor de la nada.
la nada...
dos
Es ahora el nunca, es donde no estaré jamás, mas en este momento existo aquí. El zumbido es ahora parte del no-día. Costumbre, aprender a existir –si se puede llamar existir a mi condición actual- con pequeñas molestias propias de la carne.
El espíritu no sufre, se atormenta.
Duermo.
tres
El hombre nunca está conforme con su contemporaneidad, “todo tiempo pasado fue mejor” realmente no hay palabras que describan mejor mi enunciado como ese típico dicho; como me considero humano, ahora un brillo inusual quema mis párpados, molesta... costumbre, aprender a existir... cansa, y la luz me adormece... antes estaba mejor...
cuatro
Luz y sombra ¿día y noche?
Luz de estrellas, luces sintéticas.
¿Puedo contabilizar los momentos?
No, aun no...
cinco
Ahora hay diferencia entre las luces, y diferencia entre los zumbidos; que son los que puedo diferenciar con mayor claridad. Son una gran gama de timbres que vienen del todo (que nació de la antigua nada). Puedo tomar conciencia de mi ser, no obstante ¿soy uno o el todo? ¿He existido de siempre, y no me acuerdo?
Confusión, confusión, confusión, confusión, confusión, confusión, confusión.
seis
Confusión, confusión, confusión, confusión, confusión, confusión.
Confusión, confusión, confusión, confusión, confusión, confusión.
Confusión, confusión, confusión, confusión, confusión, confusión.
siete
Es mejor, a veces, no cuestionarse tanto las cosas, o a uno mismo. Solo limitarse a existir... soy más viejo, eso puedo declarar, porque ya no me ahogo en preguntas, aunque no puedo negar que del torrente de preguntas uno llega a un continente de respuestas. Pero a ese continente siempre lo acompaña un océano de nuevas preguntas...
Me limito a existir.
ocho
No hay nada que pensar estoy confortablemente cansado y aburrido...
Cuando tomas conciencia del todo, se convierte en nada otra vez...
nueve
Ahora es cuando la confusión trae a la desesperación, ¿cuantos momentos han pasado? Nueve, pero ¿nueve qué? Nueve segundos, nueve horas, nueve días, semanas... meses...
¿meses? Estoy naciendo a una nueva vida, una reencarnación... ahora comprendo todo: el ‘todo’!
Quién fui en mi otra vida, esa es la respuesta que debo aclarar antes de la hora, debo ser el primer eslabón de una nueva raza de humanos, la nueva evolución de la especie: humanos que antes de nacer ya puedan razonar, eso daría una super raza de intelecto increíblemente elevado, superior...
Y yo soy el elegido para ser el primero...
Diez u once, o infinito...
Aun permanezco aquí.
Eternamente en una fracción de segundo.
Con un mundo infinitamente grande de preguntas en un cuerpo infinitamente pequeño de respuestas.
Morir es nacer, pero nacer también es morir (o agonizar).
Morir, siempre se llega de una forma u otra a ella... no vale la pena... no vale la pena morir por algunas cosas. Morir. MORIR
Y olvido todo, que siga su curso...........................................................
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ahora estoy listo.
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