CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

lunes, 24 de marzo de 2008

Balada cordillerana

El lugar era una suerte de acantilaos rocosos en medio de la cordillera, donde el viento corre libremente entre sus murallas y canta con su grave y fría voz la canción de advertencia a los temerarios e inexpertos pastores que se acercan a sus precipicios mortales. Los hombres al llegar se sobrecogieron por lo imponente de la naturaleza, dieron una ojeada rápida, quedaba mucho camino por recorrer, y la mañana avanzaba presurosa por las cumbres de las más altas montañas.

Los caballos no llegaban muy cerca del barranco y se encontraban inquietos en el lugar, instinto animal sobre el riesgo que implicaba su cercanía. Entonces el más joven de los jinetes desmontándose de su rocín brinca hacia el abismo, en un salto que toma formas de contorción en el aire, el caballo levanta los cuartos delanteros en señal de susto y lanza un relincho que se repite por el eco cordillerano. La perplejidad de sus compañeros no era sino una risa apagada de gaucho en sus rostros curtidos por las inclemencias de la vida. El viento corrió y silbó como también celebrando y haciendo el sonido de esas carcajadas sin sonido cuando el joven salto al vacío, el cual ya conocía el terreno y las salientes que esconde en el acantilado. Un peón que se había bajado de su montura lo ayuda a subir y los vaqueros reanudan aun con una sonrisa en los labios su marcha, quedaba mucho por recorrer y la mañana avanzaba presurosa por las cumbres más altas de la cordillera, especialmente para los descorazonados cuatreros.

0 comentarios: